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viernes, 13 de mayo de 2011

Extrañar? Quizás

No se puede dejar el opio solo con desearlo, no cuando ha penetrado tan profundo en las venas y en el alma. Su necesidad es imperante, es tan presente y nítida como cualquier otra adicción, es una bestia que se apropia de los sentidos.

No puedo dejar de lado que extraño y necesito, quizás me hace falta esa ridícula somnolencia, a lo mejor requiero otra vez el analgésico de la ignorancia, o es que me he acostumbrado a la burbuja del amor estúpido y apasionado ante el simple y llano dolor de la vida misma.

"Quien busca placer deberá estar preparado para hallar dolor", escuché lejanamente, pero yo no quiero eso, yo solo quiero vivir en el sopor generado por mis propias debilidades.

Vuelve pues opio mío.

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