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domingo, 23 de septiembre de 2012

El motivo del adiós

Preguntas por qué, cuando sabes la respuesta, pero aún así me intriga la voracidad de tus palabras que me atacan sin un motivo claro.


domingo, 2 de septiembre de 2012

Diálogos en solitario

Hay veces que me siento más solo, vacío en un mundo de desconocidos luchando por no fijarse en mi existencia, entonces recuerdo lo que me dijiste, tu esfuerzo por aferrarte a ese frágil pilar que es la cordura y te imagino ahí, con las manos rojas y las uñas sangrantes, a punto de desprenderse ante la fuerza del vórtice que amenaza con devorarte.

Que diminuta es la línea que nos separa de la infamia, que abstracto es el objetivo de esta lucha, que no nos deja ver más allá de nuestra nariz, mientras que los demás pueden observar hasta nuestras almas, desnudas ante su indiferencia que cala los huesos.

Por cuánto tiempo crees que podamos sujetarnos, la vida es únicamente un conteo hacia atrás que nunca se detiene.

viernes, 11 de mayo de 2012

Titubear, quizás

Observé el reloj, era tarde, siempre es tarde en esta vida que no espera mas que por la muerte; ella no llegaba y yo debía de irme lo más pronto posible si quería llegar a la cita programada.

Estaba en la estación General Anaya y debía llegar a Bellas Artes en menos de diez minutos, aún podía lograrlo, pero no si me detenía a aguardarla más. De pronto me puse a pensar en eso de la incertidumbre ante una llegada, en las miles de variables que cocina el universo mientras la gente se pone a mirarlo a uno con lástima o curiosidad mutante que se volverá lástima en unos pocos instantes. ¿Dónde se ha metido si le dije que fuera puntual? Cómo es capaz de hacerme esto una y otra vez, acaso piensa que soy su estúpido para tratarme así, o quizás este tan acostumbrada a mis ruegos que ni le va ni le viene la rabieta usual que le aplico cuando se disculpa fingidamente por dejarme más de dos horas parado; pero cómo poder molestarme con ella, si es tan indispensable, tan especial, tan preciosa que la propia sublimidad palidece cuando se entrega a mis manos y a mi boca llenándome de energía transformadora capaz de renovarlo todo.

Esta vez ha superado su record, no soy capaz de quedarme por más minutos, y comienzo a entrar en el titubeo que se vuelve angustia dentro del pecho, al imaginar la vida si es que no regresa, la más honda de las soledades sin su voz mágica y la más grande de las desesperaciones si me abandona y me deja a oscuras sin su concupiscente luz. De repente el vagón inmenso arrebata mi concentración, es ahora o nunca, he de marcharme solo esta vez o he de dejar mi cita y mi modus vivendi, pero justo en ese fugaz recorte de tiempo siento su presencia detrás mío y su cálido aliento reconforta mi mente.

Tardaste demasiado Inspiración mía, creí que esta vez si me habías dejado, pero la musa de la creatividad sólo amenaza, nunca nos deja del todo abandonados...

jueves, 12 de abril de 2012

GAMBLE COOK



-“Otro día difícil”- se repite mientras conduce a casa por la madrugada y una lluvia pertinaz amenaza con cerrar el ciclo de barbaridades.

Las cosas marchan mal desde que perdió el trabajo, nunca se imaginó lo duro que sería encontrar uno que lo hiciera sentirse realizado o al menos estable que ya es ganancia.

En su mente se repite su pasado,  primero estudiar y estudiar como un medio para ser feliz y después toparse con que la realidad se dedica a destruir sueños, y situar a las personas en el mundo de los suelos.

Encontrar un trabajo que no tiene nada que ver con lo estudiado pero al menos ofrece un sueldo básico tan urgente en los días de casado que recién comienzan, esforzarse sin lograr ascender, dar cada día un poquito más de juventud para recibir a cambio supervivencia, apenas supervivencia.

Despertar un día con la noticia del recorte del personal, pues  la economía es volátil, el patrón inestable, el fisco voraz y la inseguridad perpetua.

Tocar puertas, llenar formularios, hacer exámenes, observar como la mañana se marcha a medida en que la desesperación llega, saber que en casa estarán tres bocas para alimentar y hojas de papel que en sus grifos contienen deudas que crecen con el simple trascurso del tiempo, y mirar que el currículum siempre adolece de algo que jamás se hubiera anticipado.

Estos son sus días actuales, pues lejos quedaron los tiempos de la fiesta, la nave que compró papá, la novia que ves un día si y otro descansas, los amigos que te acompañan en las buenas,  la escuela que es aburrida y limita la imaginación y el futuro que está tan lejos que no hay que pensar demasiado en él. Pero de repente y sin saber como, esa lejanía le ha alcanzado, y ha quemado cada una de las esperanzas que el adolescente le hubiera deseado al adulto en su interior.

Llega a casa a las cinco y media  A.M., no sabe si reír o llorar, pues  por fin ha encontrado un trabajo, uno que comienza a las ocho de la noche y lo deja llegar cuando todos recién se marchan ante el alba que va naciendo, uno que le impedirá disfrutar a sus hijas tan pequeñas, uno que irá mermando sus fuerzas poco a poco, uno que le causará disgustos con su esposa y, si se deja vencer  por el  cansancio, algún que otro susto en la carretera;  pero ya es algo, al fin vuelve a contar con algo, así que respira tranquilamente y piensa en el otro futuro, el de sus hijas, el de su legado y se ilusiona nuevamente, quizás la vida misma es un medio, una herramienta para que alguien que queremos algún día sea feliz y eso para él, ya es algo para dibujarle una sonrisa ante el reino de la desesperanza.