No quiero imaginar lo que debes sentir en este momento, quizás yo tenga ese efecto siempre, no lo se, pero las personas que me conocen terminan despreciándome tarde o temprano; hubo un tiempo en que eso me molestaba, me sentía indignada de que la gente a la que le abría un espacio en mi vida resultara ser completamente incapaz de entenderme y se alejaran dejándome sola y frustrada, por eso es que ahora tomo la iniciativa y me largo antes de que se vayan, así no hay dolor ni decepción.
No se ni me importa si ese sería también tu caso en un momento dado, y ahora en la lejanía y la bendita impunidad puedo hacerte una confesión importante. Tú fuiste distinto, no escapé de ti por que lo merecieras, ni anticipándome a un futuro incierto, me fui por que no somos compatibles, tú no te ubicas en la realidad, siempre aspiras a cosas ridículamente imposibles, y después cuando te topas con el muro de acero que es la realidad, te deprimes patéticamente; eso me da mucha pena de ti, porque no has crecido y sigues dedicándote a soñar demasiado, si alguna vez logras comprender lo que eres y el límite de tus alcances, entonces dejarás de estar traumado esperando metas de opio que lleguen del cielo o de los perdedores que te rodean.
Me dio risa cuando hicieron su primera reunión, tantas ilusiones juntas y ninguna posibilidad, solo palabras huecas pretendiendo ser ideales, solo balbuceos infantiles y ninguna opción concreta, todo un espectáculo destinado al fracaso, entonces, justo entonces, me di cuenta de la gran diferencia entre tú y yo, pues yo sí que conozco mis posibilidades, y no desperdicio mi tiempo en caridades altruistas y estúpidas, yo puedo utilizar lo que tengo para ganar lo que tú no tienes ni tendrás, usaré mi cuerpo, mi labia y mi inteligencia para hacerme rica, ganaré mucho dinero y tendré lo que se me antoje, y cada oportunidad escaparé para no dejar huellas, para no atarme, para seguir siendo una diosa viento, como tu divertidamente me llamabas, compraré mi libertad en cada aparador, y no habrá más sufrimiento.
Sin embargo para empezar mi nueva vida necesito un poco de tu ayuda, tomaré lo que tienes ahorrado, y que solo se iría por la coladera en tus manos, yo lo haré multiplicarse y ser la base de mis aspiraciones, así que supongo que debo agradecerte, por que después de todo en algo ayudarás a mi viaje y algunas cosas he aprendido de ti o más bien de como no ser como tú.
Solo resta despedirme Raúl, procura que el odio que nazca de estas líneas te ayude a situarte en tu realidad, en la que siempre serás un pobre diablo fracasado, pero vamos, hasta los de tu tipo tienen oportunidad de encontrar la felicidad...
P.D. Anticipándome a la pregunta que debe estar corriendo por tu mente te responderé. Sí, alguna vez te quise, como se quiere a un instrumento que te sirve para conseguir algo que realmente deseas.
Hasta nunca Raúl Ruiz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario