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lunes, 26 de octubre de 2009

Capítulo 18 El descubrimiento de Herson

La mañana siguiente a la visita de Raúl a la Cámara y a su extraña incursión bajo la lluvia, Herson se dirigió a la reunión matutina, para dar algunas explicaciones por la ausencia del Emperador y la de Julia, quien se había quedado cuidándolo un poco más para después irse a la Clínica de la Comunidad, pero la única persona que se encontraba en espera de la reunión era Mindell Quintana quien leía algunos diarios en apariencia concentrada.

-¿Dónde esta Grosso Mindell?- Inquirió Valdés

- No tengo idea, soy el primero en llegar, pero ya es tarde, lo más seguro es que no venga, ¿Tu sabes donde están los demás Valdés?- contestó Quintana.

- Raúl y Julia atienden otros asuntos- mintió Valdés, aunque la verdad es que no le gustaba hacer esto, pero deseaba darle tiempo a Ruiz para que él mismo explicara al Consejo sus acciones y cualquier otra cosa que pudiera aclarar el por que de su comportamiento de la noche anterior y de esta manera no lo metiera en dificultades que pudiesen agrandar el problema.

- Vaya, pues yo únicamente me presenté para saber que nuevas traía Raúl de la Cámara, hay unos rumores muy infundados y hasta estúpidos acerca de una nueva crisis, la verdad es que me gustaría saber si los Grandes y su camarilla tienen alguna respuesta a esto, en este medio es muy importante la imagen que se proyecta ¿no crees Valdés? Una imagen fuerte y despreocupada del porvenir es lo que se necesita para no generar desconfianza entre los socios, colaboradores y filiales, y espero que nuestro Emperador, tenga en mente eso, ¿es muy importante que sea conciente verdad?- Farfulló Quintana con una voz metálica y muy baja, como si quisiera poner a prueba a Valdés, o incitarlo a algún comentario.

Herson sintió un sabor amargo en la boca, entre ambos, Quintana y él, jamás había existido la mejor de las relaciones, pero se llevaban estrictamente en lo profesional, honrando su papel de pilares, pues Herson estaba consciente de que ser amigos entre los propios pilares, o entre todos ellos, quizás no era la forma correcta de conducir un monstruo tan grande como la Comunidad, así que se las arreglaba para respetar a sus compañeros por sus habilidades y aunque no ponía en tela de duda ni un segundo la “magia” de Mindell con las finanzas, esta ocasión, él si creía en los rumores “estúpidos” de los que se hablaba y no estaba dispuesto a asumir una actitud tan falsaria en esos momentos, lo que aunado a su irritación por los comentarios que asimiló como en contra de Ruiz, le contestó a Mindell de una forma más a la defensiva.

- Estará consciente como siempre lo está Mindell, pero no creo que esté de acuerdo con tu postura, él es un hombre íntegro y sabe cuando debe tener precauciones y cuando los rumores “estúpidos”, lo son únicamente por ignorarlos, tu no estabas aquí todavía cuando la Gran Crisis se avecinaba, pero los rumores eran parecidos, y tristemente las actitudes de los líderes hacia ellos fueron las mismas que las que tu planteas, fue por eso que tantas y tantas nuevas promesas desaparecieron y muchísimas personas entraron a la miseria total, en cambio nosotros sobrevivimos, tomamos una actitud desconfiada hacia los que nada hicieron y previmos las eventualidades, aún así fuimos casi consumidos, pero no dudo que hubiéramos desaparecido totalmente de haber actuado como ahora sugieres.

- Me parece Herson que estas generalizando, y una persona que sabe…- titubeó un segundo Quintana, rojo de ira, pero se contuvo- que sabe de su área, que es la economía, se da cuenta que ninguna ocasión es igual y que lo importante es saber leer las señales, en esa ocasión, aunque no estaba aún entre sus filas, si supe leer esos signos y le previne a mis entonces patrones, quienes fueron necios e imbéciles para escucharme y fueron arrastrados con la crisis, por lo que yo considero que merecían su destino…

- ¡No infieras que el quedar en la miseria y perderlo todo pueda ser cosa de “merecer” o no un evento!- interrumpió enérgicamente Valdés- la justicia es lo que menos existe en esta clase de crisis, quizás tuvieron responsabilidad por no preocuparse y actuar, en vez de quedarse aparentando estabilidad, pero ¿cómo puedes juzgarlos si propones lo mismo ahora Quintana?

- Te repito compañero que no es lo mismo, simplemente por que en esta ocasión, no existen de ninguna manera señales que pongan en evidencia la proximidad de una crisis tan grande o aún más, como dicen los exagerados rumores entre el medio, la mayor parte de las empresas utilizan el modelo de los Cuatro Grandes y ese modelo pudo superar la crisis también, no olvides que incluso ellos se afianzaron en sus posiciones en la Cámara empresarial después de la crisis…

- ¡Claro que la afianzaron! Ellos fueron avisados de las devaluaciones antes de que ocurrieran por los esclavos que tienen en el Congreso del País, los mismos inconscientes, corruptos y ladrones que provocaron la crisis de aquel tiempo, fueron apoyados por el Gobierno, quien volvió sus deudas particulares en deuda pública para todos los habitantes y hasta nosotros les pagamos para que pudieran mantener sus lujos. Claro que se afianzaron, por que ellos mismos vieron que nadie sobreviviera además de los que se les unieron sumisamente, de esa manera y al no tener competidores fuertes, ellos quedaron como los “estoicos triunfadores de la crisis” y claro, quien podría poner en duda su modelo económico, si éste les fue otorgado por sus compinches en el poder y hasta la fecha les ha servido a costa del país. Pero las señales sí están ahí Mindell, quizás no sean evidentes en números y especulaciones, pero si lo son en factores reales, como la pobreza en aumento, la degradación de las instituciones, la ignorancia en que nos sumen los medios, el continuo malestar de la clase obrera y de los grupos marginales y el obvio desgaste del modelo que actualmente sustenta todas esas abominaciones- dijo fuerte y confiadamente Herson interrumpiendo nuevamente a Mindell-.

- Todo lo que dices no es más que una vaga apreciación subjetiva tuya Valdés, pobres siempre ha habido y habrá, inconformes siempre ha habido y habrá, corrupción siempre habrá habido y habrá, además de que no puedes demostrar de ninguna manera que en verdad los Grandes estén coludidos con el Gobierno y éste les sirva de apoyo para sustentar su modelo, esos son solo dichos de gente rojilla que cree en fantasías para pasar su ocio, el modelo de los Grandes va en aumento y el nuestro puede ir en declive total si no nos actualizamos Valdés, te digo que lo nuevo es la emisión de acciones que propongo, lo que nos dará la solvencia para el porvenir, y no permitiré que el Emperador sea tan necio como los otros que han desaparecido, por que precisamente para eso me contrató, para suplir sus deficiencias, que claro que tiene, y si no soy capaz de hacer mi trabajo, no tiene caso que estuviera aquí, así que sugiero que dejes las cosas económicas en mis manos y te dediques a tu área, yo convenceré finalmente al Consejo y al Emperador de lo que es conveniente y yo tomaré las riendas de… -Calló Quintana por un momento titubeante- la sección económica de la Comunidad, ya que ese es mi trabajo, esa es mi área y no interfiero ni espero que interfieran de las demás áreas.

Mindell se levantó y se marchó apresuradamente, Herson se quedó impávido ante lo que había dicho Quintana, la ira iba pasando poco a poco, pero en su lugar se quedaba la incertidumbre y desconfianza, pues Herson casi podía asegurar que Quintana estaba equivocado, y que además de eso, sus intereses eran contrarios a la Comunidad, pero no podría demostrarlo fácilmente, después de todo solo él había escuchado lo que había dicho, y a pesar de que hubiera podido decirle a Raúl, la intervención de Raúl de forma arbitraria, únicamente fundada en el dicho de Herson, lo haría ver nuevamente visceral, despótico y totalitario, y eso era lo menos que necesitaba, así que se encontraba en un problema difícil. En esos pensamientos se encontraba cuando una silueta se proyectó frente a él, una silueta de mujer que poco a poco fue reconociendo, se trataba de Lía Alarcón.

- ¡Herson Valdés! Que novedad es verte, aunque no sorpresa, pues estaba segura que serías uno de los socios de Raúl, tu siempre estuviste apoyándolo y eras su mano derecha, así que debes ser muy importante para su proyecto- dijo alegremente Lía mientras lo miraba escrutándolo-.

- La única sorpresa, y por cierto, indigna, es verte aquí Lía, creía que hasta tú podías ser capaz de tener algo de integridad y dignidad, pero no sería de un caballero decirte las demás cosas que opino de tu presencia y no sería útil para mí quedarme en tu compañía para seguir tu juego, cualquiera que este sea, así que te demostraré tu importancia largándome de este lugar y pidiéndote que mientras no estés aquí por la aprobación del Consejo, te constriñas al lugar que Raúl te dio como posada, y ahí le esperes- dijo muy contrariado Valdés, quien no soportaba el hecho de tener que pasar por dos momentos agrios tan próximos y decidió marcharse.

Lía ni siquiera se inmutó, sabía que Valdés sería un obstáculo, pero no insalvable, así que le divirtió su ira y pensó en desobedecerlo y dar una vuelta por la extensa Comunidad, mientras averiguaba el paradero de Raúl.

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