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viernes, 2 de noviembre de 2018

Capítulo 40 el verdadero rostro de la traición


A la víspera de un gran evento los nervios atacan, pero sólo a los primerizos o a los tontos que no han cubierto todas las posibilidades, a él jamás, porque su mote de mago de las finanzas no estaba mal empleado, porque su ambición lo volvía más fuerte, más rápido, más listo, y porque la zorra de Raúl por fin le serviría para algo.
-Lía, la traviesa Lía, has sido una niña muy malvada estos años, mira nada más cuántas Carpetas y Averiguaciones en tu contra, cuántos alías has usado en toda tu vida, tienes suerte de haber tenido un benefactor idiota como Ruiz de tu lado, cualquier otro te hubiera entregado a las autoridades, o mejor aún, hubiera cobrado la recompensa que obra por tu cabeza,  lástima que también él esté acabado, así como tú que ahora tiemblas de miedo frente a mí, y sólo por estos papelitos donde están tu rostro y tus alias. ¿De verdad creías que podías usarme igual que a Raúl? Hace poco insinuaste que soy mejor que él, y eso me dice que no eres tan estúpida después de todo- decía parsimoniosamente Quintana a una Lía que estaba blanca como el yeso- no hace falta decir que si no cooperas te entregaré y cobraré tu recompensa o peor todavía, no hace falta decir que la gente que está detrás de mí tiene aún más recursos para encontrarte y desaparecerte y que seguramente nadie lloraría por ti, bueno el “Emperador” sí que lo haría, pero como el trozo de vegetal que es, no creo que pueda derramar muchas lágrimas. Esto es lo que harás, y si piensas si quiera en traicionarme no te alcanzará la vida para arrepentirte. Hace mucho tiempo he desviado dinero de la Comunidad a nombre de Raúl Ruiz, he juntado una fortuna significativa, pero nada comparado a lo que ganaré destazando su empresa principal  en favor de los Grandes, esas cuentas donde he usurpado la identidad de tu noviecito de repente transferirán sus fondos totales a una que esté a tu nombre, de la que tú tendrás el número de cuenta, pero sólo yo tendré las claves para poder retirar los fondos, nunca te dejaría tanto dinero a ti, no te creas tan importante, mañana exhibiré esos estados de cuenta y transacciones y todos estos estúpidos creerán que su amado líder estuvo robando dinero para su amante, desfalcando a sus empresas con tal de consentir a su mujer, luego sus seguidores le darán la espalda y hasta su memoria será deshonrada, no importa si se llega a recuperar, el resultado será el mismo, todos han visto las deferencias que te tiene, además daré a conocer la historia de ustedes dos. Una vez que haya obtenido lo que deseo podrás largarte, claro que antes me devolverás lo que es mío, y si te atreves a hablar ya sabes lo que te espera, aquí nadie te ayudará, pero no te preocupes, te arrojaré un mendrugo para que te largues- sentenció fríamente Quintana.
- Los fanáticos de Ruiz desconfiarán de ti, sobre todo si preguntan las fechas de las transferencias, nadie creerá que un comatoso puede hacer transacciones bancarias  Mindell- dijo Lía tratando de disimular su rencor.
-Acaso crees que soy idiota, las transacciones las hice antes de que el imbécil se cayera, justo después de que llegaste, creías que no notaría tu llegada, que no estaría un paso adelante tuyo, al final de cuentas viniste por dinero y eso te llevarás, sólo que no tanto como querías, y en cuanto a la estupidez de los borregos que lo siguen, también la conozco, pero igual que todos los lerdos, son fácilmente impresionantes con espejos y lucecitas, dime, qué notas de curioso sobre mi cuarto, hasta tú debiste darte cuenta ya que te has quedado varios días aquí y también con Raúl.
-Es verdad, son idénticos, tu habitación es una réplica de la suya- dijo Lía al tiempo que observaba con detenimiento el lugar- ¿pero qué tiene que ver eso?
- Tú y yo vamos a tomarnos unas fotitos muy comprometedoras, este traje es idéntico al que usó Ruiz el día que llegaste, todo el mundo sabe cómo se viste, así que con esta vieja cámara instantánea y cuidando mucho las tomas, recrearemos lo que debió pasar el día que llegaste, vestido así y de espaldas nadie dudará que el que aparece es él, máxime viendo el cuarto idéntico, además es obvio que te cobró en especie tanto dinero que desvió para ti y que tu pensabas chantajearlo si no te daba toda tu plata, yo gano de todas maneras, ya que una vez que descubrí sus infames desvíos te interrogué diariamente hasta que por fin me dijiste la verdad, luego te quité la evidencia para que no pudieras hacer más daño y por último te obligué a devolver el dinero, me parece que soy el verdadero héroe aquí, además, sólo si no puedo convencer a esos animales por su terquedad, te sacaré de aquí para que confieses lo que he dicho, pero te advierto, desde ahora que mi casa estará resguardada por dos hombres en la entrada, esa gente está a las órdenes del líder de los disidentes y está armada, si piensas escapar, contarle a alguien o traicionarme tienen órdenes de matarte, con toda la historia que elaboré, nadie dudará que tu muerte está justificada.
Lía bajó la mirada, estaba derrotada y acorralada, ese hombre había pensado en todas las salidas y ya era tarde para escapar, entonces pensó en Raúl, en su amor, en sus tonterías, en sus rabietas, en que ahí tendido en su cama ni siquiera esperaba todo lo que le iban a hacer y que terminaría de matarlo, y todo por ser como era, un torpe empedernido, sólo que a ella en ese momento le gustaba esa clase de torpe.
-Bueno, al menos déjame que me desvista sola, de esa manera reconozco tu total victoria Mindell- dijo Lía, al tiempo en que comenzaba a bajarse la blusa.           
                

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